30 de noviembre de 2020

Alcalá de Henares. La Complutum romana. Por Esperanza Varo (Primera parte)

Primera parte: Divulgadores de la historia - Ab Urbe Condita - Puente de Alcántara - Una parte de nosotros es Roma - Alcalá de Henares. La Complutum romana - Vida cotidiana en Complutum - La familia - Las domus: La casa del atrio. La casa de los Grifos. - El Foro.

Segunda parte: La alimentación - Circulación en las calles - Impartir justicia - La higiene y el aseo - La laandería-tintorería (Fullonica) - Los jardines - Culto a los dioses - La noche en la ciudad - Economía - Sociedad - Cultura y mentalidad - Ciudad de los muertos.


    Antes de nada, quiero dar las gracias, en nombre de los miembros de Divulgadores de Historia y de los que hemos participado en la creación de la novela “Ab urbe condita, la Roma de la gens Valeria”, a las “V jornadas de novela histórica” por su invitación para nuestra participación. También quiero agradecer a la concejalía de Patrimonio Histórico del Excmo. Ayto. de Alcalá de Henares, por el permiso para usar las fotografías de su propiedad y el acceso a la información de Complutum y por último, a nivel personal, quiero agradecer a Maribel Bofill, Marco Almansa Fernández y Federico Romero Díaz por la documentación que me han aportado. 

 


 

DIVULGADORES DE LA HISTORIA 

   
    Divulgadores de la Historia es el origen del resto del proyecto, es el nexo de unión que tenemos todos, puesto que estamos repartidos por toda la geografía de España. La asociación nace de la idea de Federico Romero y Sergio Alejo. Este proyecto fue creciendo poco a poco, de forma que en la actualidad hay personas de muchos ámbitos: historiadores, periodistas, YouTuber, ilustradores, diseñadores gráficos Podcaster, empresas, recreadores… ya casi somos un centenar de miembros que tenemos en común la dedicación a la divulgación con varios objetivos: 
-Fomentar el rigor y el derecho a la propiedad intelectual. 
-Defender el patrimonio. 
-Hacer una divulgación de calidad de la historia de nuestra sociedad. 
-Integrar en una sola entidad a los múltiples actores dedicados, de una forma u otra, a esta labor de extensión del conocimiento de nuestro pasado, con el fin de hacer posible la colaboración entre ellos. 
    Dentro de este proyecto se originan nuevas ideas y colaboraciones que han llegado a hacerse realidad, son ejemplos: esta novela, la revista DHistórica o la iniciativa impulsada por esta asociación del Día de la Romanidad. 
 
    Todos los componentes tenemos en común nuestro gusto por la divulgación histórica. Para ser un divulgador de la historia hace falta: tener pasión por transmitir, disfrutar de la historia, estudiar, investigar y querer compartir los conocimientos y los que ha ido adquiriendo. En resumen, es necesario un conocimiento profundo de la materia y capacidad de comunicación. 
 

AB URBE CONDITA 

    Una de esas iniciativas de Divulgadores de la Historia es la creación de esta novela AB URBE CONDITA La Roma de la gens Valeria. La idea original es de Manuel Martínez Peinado, que fue apoyada y avalada por Divulgadores de la Historia, grupo al que pertenecemos todos los autores y respaldada, además, por “Día de la Romanidad”. 

    La novela tiene 14 autores. Todos ellos son consolidados divulgadores históricos. Siete de los autores son historiadores, la mayoría tiene uno o varios libros publicados y algunos de los escritores también tienen varios premios, como el HisLibris o la Isla de las Letras de Novela histórica. 


    Escribir esta novela y hacerlo entre tantos escritores fue difícil, porque requiere un trabajo de coordinación enorme. Se nombró a tres organizadores que fueron gestionando a los grupos: el escritor Manuel Martínez Peinado y los historiadores Sergio Alejo y Federico Romero Díaz, posteriormente pasó a manos de tres reconocidos divulgadores históricos de larga trayectoria, que supervisaron el aspecto más puramente literario de la novela: Lorenzo Gallardo, Javier Santamarta y José Luis Hernández Garvi. La novela ha sido apadrinada por León Arsenal que la ha prologado y ejercido las labores de agente literario; además, el resto del grupo ha participado activamente, tanto en la aportación de ideas, apoyo de documentación histórica, promoción, etc. 
 
    La novela está organizada en tres bloques: 
-Monarquía-República…. 6 capítulos. 
-Alto Imperio…………… 4 capítulos 
-Bajo Imperio…………… 4 capítulos 
    A pesar de ser historias independientes, siempre hemos buscado dar una impresión de unidad narrativa y eso ha sido difícil, pero se ha conseguido. Para que el libro tuviera una unión y no fueran un conjunto de relatos inconexos, usamos en cada capítulo dos elementos comunes:
 
-Gens Valeria 
Los Valerio contribuyeron a la construcción de la historia de Roma, pues estuvieron presentes desde los tiempos más remotos de la creación de la ciudad hasta el fin de su historia occidental. Lo que pretendemos con la elección de esta familia romana es que sea el agente conductor dentro de las distintas historias, y eso lo van a proporcionar las experiencias de los diferentes miembros de las ramas de la gens Valeria.
 
-Daltonismo acromático, la “mirada velada” que aparece en cada capítulo Fue elegido este defecto genético como otro de los nexos de unión que hace que la obra tenga un sentido de continuidad entre sus capítulos. Las personas que padecen el daltonismo acromático no son capaces de distinguir los colores y sólo pueden ver en blanco y negro. Se ha hecho un trabajo arduo para que la historia tenga un gran rigor. 
 

PUENTE DE ALCÁNTARA 

Fotografía de Wikipedia
 

    Este proyecto tiene un carácter benéfico, pues nuestro reto es ayudar a una acción de defensa del patrimonio y para ello se eligió el puente de Alcántara. Este puente tiene numerosos problemas, entre ellos está que sigue el tráfico rodado sobre el puente y su preocupante estado de deterioro. 

    La parte correspondiente a los autores irá íntegramente a la “Asociación Historia, Arte y Cultura de Alcántara”. Esta asociación lleva años embarcada en la denuncia del estado de abandono de uno de los símbolos de nuestra romanidad, el Puente de Alcántara. 

    El puente romano de Alcántara se construyó en la primera década del siglo II d.C. por el arquitecto Cayo Julio Lacer, para comunicar esa parte de Hispania con la Vía de la Plata y las vías que iban de Lisboa a Braga. Es un puente de seis arcos espectacular, construido como símbolo del poder de Roma en Hispania, con la finalidad de que sea eterno, como dice la inscripción del templete que tiene el puente, “destinado a durar por siempre en los siglos del mundo, lo hizo Cayo Julio Lacer, famoso por su divino arte…” 

 

UNA PARTE DE NOSOTROS ES ROMANA

Fotografías propiedad de Wikipedia, Andalucía.org y Esperanza Varo

    ¿Por qué hemos elegido a Roma como protagonista de nuestra novela? Hispania fue romanizada de norte a sur. En la actualidad, podemos contemplar su legado en buena parte de nuestra geografía y en nuestras costumbres. Esto hace que nos sintamos parte de ese legado que dejaron nuestros antepasados romanos. 

    Roma nos lega su idioma y su manera de concebir la vida social, levanta templos y monumentos, construye obras públicas y calzadas, transmite su derecho y organiza a la península ibérica a través de un sistema político-administrativo, tanto provincial como ciudadano. En suma, Hispania se identifica con Roma y fruto de ello se asemeja y emula a la cívitas, en definitiva, se civiliza. 

    Y si Roma crea a Hispania, la vida de ésta se funde inseparablemente con la de aquella. Voy a elegir de entre los múltiples restos de ciudades romanas que existen en nuestra geografía, una que se encuentra en el centro de la península y que puede servir de ejemplo de la forma de vida de cualquiera de las demás ciudades de la Hispania romana.

 

ALCALÁ DE HENARES. LA COMPLUTUM ROMANA

Fotografía propiedad del Ayto. de Alcalá de Henares

    En la península Ibérica, Roma había entrado en contacto con numerosos pueblos, concretamente, en la actual región de Madrid, con la carpetana, un grupo relacionado con los celtíberos. El éxito de Roma, además de en su fuerza militar, estaba en la aculturación, es decir en su capacidad de transmitir a los pueblos conquistados que era mejor apuntarse a la cultura romana, ser ellos mismos romano; puesto que una persona era romana, no por ser de Roma, sino por vivir en cualquiera de las regiones de su inmenso territorio y tener el estatuto jurídico de ciudadano romano. 

    Existen constancias arqueológicas de que en el siglo I a.C., época del emperador Augusto, había alguna población romana situada en el cerro del Viso que se encuentra ubicada enfrente de lo que actualmente es el yacimiento de Complutum. En este primer yacimiento se han hallado: varios edificios, un templo, un teatro… 

    A mediados del siglo I a.C. se trasladaría al lugar donde actualmente está ubicado el yacimiento de Complutum. Los motivos del cambio tendrían que ver con la nueva red viaria, aunque, la importancia del agua sería también determinante. El traslado de la ciudad fue literal, reutilizando todos los elementos disponibles. La nueva ciudad se localizaría ahora junto a una vía de comunicación primordial que comunicaba Caesarugusta (Zaragoza) con Augusta Emerita (Mérida), y de la vía de comunicación con Carthago Nova (Cartagena), y además entre los ríos Henares y el Camamilla en una vega muy fértil y con fácil acceso al agua. Los habitantes de San Juan del Viso abandonarían la ciudad paulatinamente, quedando prácticamente desocupada hacia los años 60-70 d.C. 

    Complutum está situada a 31 Km. de Madrid. Se supone que su nombre deriva de compluvium o confluencia de aguas. No fue un asentamiento militar; ya que cuando se fundó la zona ya estaba pacificada. La ciudad se enriqueció gracias al comercio terrestre, además de por la agricultura y ganadería que había en la zona de la Meseta Central. Hacia el año 74 d.C., el emperador Vespasiano le otorgó el título de municipium, con el que llegó a su apogeo en el siglo III. Esta fecha marcó el comienzo de grandes reformas en edificios y calles hasta el siglo V. 

    Es una ciudad donde predominaba el color rojo de sus tejados, el blanco de las fachadas de sus edificios y de los pilares de sus pórticos y el amarillo rojizo de las esculturas de bronce. 

 

VIDA COTIDIANA EN COMPLUTUM

Fotografía propiedad del Ayto. de Alcalá de Henares

    Las grandes culturas de la Antigüedad, y entre ellas la grecorromana, eran un mundo esencialmente urbano. Roma controlaba férreamente algunas cuestiones, pero era muy liberal permitiendo a cada una de ellas administrar sus propios territorios. Las ciudades tenían una especie de Constitución propia, que regulaba muchos aspectos de la vida urbana, y que se escribía y exponía en lugares públicos, en grandes tablas de bronce. Aunque habría muchas fórmulas, es habitual que estuviesen gobernadas por un consejo local (senado, curia…), una serie de magistrados electos y con poder temporal (duunviros, ediles, cuestores…), por lo general cargos anuales, y una asamblea popular. 

    La vida cotidiana de un romano de Complutum era igual que en la de cualquier habitante de las provincias del Imperio. En ella se harán trabajos relacionados con el campo y la ganadería, pero también los propios de la ciudad. 

 

LA FAMILIA 

Ilustración propiedad de Carlos Fernández Castillo

    La familia estaría formada por el pater, la mater familias y los hijos. Lo primero que harían al levantarse por la mañana serían unos rituales de salutación a los lares (los dioses del hogar) para que los protegieran y después del desayuno, el hombre recibiría a sus clientes y amigos en su despacho (oecus) y la mujer hacía tareas del hogar, iba al mercado, se ocupaba de los esclavos e incluso tenía su propio negocio; puesto que las mujeres tenían derecho a poseer su propio establecimiento en la ciudad, sin tener que depender de su marido y esto era igual tanto para patricios como para plebeyos. 

    El patricio, si ocupaba una magistratura, iría a la curia local, que estaría dirigida por un decurión y acudiría al templo a dar una ofrenda o se reunía frente al templo, pues allí, tanto plebeyos como patricios, asistían a presenciar un sacrificio. 

    La vida cotidiana de una familia plebeya era similar a la de un patricio, con la diferencia de que su lugar de trabajo era el campo, que podía ser de su propiedad, o bien ser un artesano, comerciante, un trabajador de las termas, un sacerdote o ayudante de sacerdote. 

    Una familia plebeya viviría en casas modestas que en esta zona de provincia, a diferencia de las de la gran ciudad de Roma, lo más probable es que no fueran pisos o ínsulas, sino casas bajas donde vivía la unidad familiar. 

    Sus gentes se vistieron, calzaron, peinaron y adornaron a la romana. Complutum es, en definitiva, una ciudad donde se piensa, se vive a la romana y que intenta emular a la gran capital: Roma. 

 

LAS DOMUS 

Fotografía propiedad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares

    La casa es la célula básica de la sociedad y el símbolo de prestigio, estatus económico, social y cultural de sus moradores. Es el espacio que sirve además de para pernoctar, para vivir confortablemente, sobre todo en las de cierto nivel. La domus es el lugar donde residen los espíritus de los antepasados y los dioses familiares, y donde se realizan actividades políticas, económicas y sociales. En Complutum la arqueología ha documentado varias domus: la “Casa del Atrio”, la “Casa de los Grifos”, la de “Baco”, la de “los Peces”, la de “Cupidos” I y II y la de “Leda”, que reciben su nombre por los emblemas de sus magníficos mosaicos, que hoy están expuestos en el Museo Arqueológico Nacional y en el Arqueológico Regional.

 

Fotografías propiedad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares

 

LA CASA DEL ATRIO

    Se construyó hacia el año 50 d.C. y, con algunas modificaciones, pervivió hasta aproximadamente el 400 d.C. Esta vivienda se caracteriza por la presencia de un patio abierto o atrio que sirve para iluminar, ventilar y abastecer de agua a la casa, lo hace a través de una gran abertura en el techo por donde el agua de lluvia caía hasta un depósito de piedra bajo el suelo. La mayoría de las habitaciones se abren a este atrio. Entre las principales están: el vestíbulo, que actúa como un pequeño recibidor en la entrada, el tablinio, una especie de despacho o salita de recepción formal que utilizaba el señor de la casa, el triclinio, que se destinaba al acto social de la cena; otras piezas, como la cocina (sólo la tienen las casas de cierta calidad, y en ellas se hacinan y duermen los esclavos) y algunos cubículos o habitaciones para dormir y hacer la vida. Esta casa se distinguía: por un patio trasero con un suelo característico formado por rectángulos de cerámica colocados formando un dibujo de espiga, un depósito subterráneo de agua con una tapa de piedra para abastecer a la casa y en uno de los lados una bonita fuente adosada a la pared.

Fotografías propiedad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares

 

LA CASA DE LOS GRIFOS

    Los arqueólogos que han investigado esta vivienda le han dado su nombre porque en una de las habitaciones aparece pintada una pareja de grifos, seres mitológicos híbridos de águila y león, protectores de los tesoros del dios Apolo. La vivienda cuenta con una pintura mural que se ha conservado gracias al brusco colapso de la casa a causa de un incendio acaecido en el siglo III d.C. Esta domus, de la cual se conserva toda su superficie, fue construida en torno al año 60 d.C. Es una casa privada señorial de una sola familia (domus) del tipo denominado “de peristilo” y que tenía por lo menos 21 estancias. El peristilo era un espacio abierto, donde a veces había un viridarium (jardín), con un pozo, y rodeado por un pórtico con columnas, a este pórtico se abrían casi todas las estancias que se ventilaban e iluminaban gracias al jardín, ya que la casa estaba cerrada a la calle para garantizar la privacidad y evitar los ruidos del exterior y a los ladrones. Era una vivienda lujosa y con muchas comodidades para su época, vidrios para las ventanas, una buena decoración pictórica, jardín, cocina, braseros, habitaciones para reuniones, para comer, para dormir y para estar. Poseía hipocatum (sistema de calefacción por aire caliente). 

    Las paredes de casi todas sus estancias estaban decoradas con pinturas de vivos e intensos colores: rojos, amarillos, negros y blancos para las grandes superficies y ocre, azul, amarillo, verde, rosa, morado, marrón y todas las gradaciones imaginables, para las elaboradas y delicadas ornamentaciones. Destaca la decoración naturalista del peristilo, con la representación de jardines en los pretiles y una gran escena de caza con las figuras a tamaño casi natural. 

    De entre las fuentes de ingresos de sus propietarios, se conocen dos establecimientos comerciales: el macellum o mercado de abastos de la ciudad (o al menos uno de ellos) y un thermopolium, especie de bar de comida rápida.

Fotografías propiedad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y del Sr. Carlos Fernández del Castillo

    En la estancia “U” de la casa de los Grifos aparece un grafito realizado con la punta de un punzón, rascando la pintura y donde se lee “Varia”. Por la altura a la que se encuentra, parece escrito por una niña. Pero además, hay un segundo grafito, donde posiblemente la misma Varia, que se identifica esta vez como filia (hija), había garabateado de nuevo su nombre en una de las paredes que rodeaban el jardín. A partir de esos argumentos, una de las hipótesis que se han planteado para esa estancia “U” es que fuera precisamente el cubículo de una niña llamada Varia, de 9 ó 10 años. 

 

EL FORO 

Fotografías propiedad del Ayuntamiento de Alcalá de Henares

    El Foro estaba situado en la zona central de la ciudad de Complutum, lugar donde se encontraban los edificios con función administrativa, judicial, comercial y religiosa. En Complutum solo ha llegado hasta nosotros parte del Foro, ya que el resto quedó bajo los edificios construidos en los años 70 tras el crecimiento de la ciudad de Alcalá de Henares. Los foros solían sufrir bastantes reformas, ya que eran el escaparate de la prosperidad de sus ciudadanos. En el Foro complutense se distinguen dos periodos constructivos: uno del siglo I d.C. y otro del siglo III d.

Fotografías propiedad del Ayto. Alcalá de Henares

    El Foro del siglo I d. C. se construyó en época del emperador Claudio y contaba con una basílica civil y unas termas públicas, las Termas Norte. Hacia el Sur había una zona comercial porticada que albergaba varias tiendas y talleres artesanales. En la zona más próxima a la plaza del Foro se encontraba el mercado que abastecía de productos a la población. En el último tercio del siglo III d.C. el Foro sufrió una importante reforma, ampliando la basílica y transformando las Termas Norte en una curia (lugar de reunión del gobierno local). El extremo occidental se agrandó con un criptopórtico y una fachada monumental. Por otro lado, la zona comercial porticada se reformó con un nuevo suelo y el lugar que ocupaba el mercado se transformó en una plaza. Junto a ella se construyeron las nuevas termas. 

 

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