JOSÉ ANDRÉS ÁLVARO OCÁRIZ
Para el escritor navarro José Andrés Álvaro Ocáriz, si se perdieran
todos los libros de Historia de España del siglo XIX y se conservaran
los Episodios de Galdós, no perderíamos nada, porque Galdós ha hecho por
la Historia de España y por los españoles más que todos los
historiadores.
“En Galdós está todo lo que lo que un amante de la Historia puede encontrar”
El escritor navarro José Andrés Álvaro Ocáriz ha publicado una edición crítica de la obra Trafalgar de Benito Pérez Galdós. Ocáriz, autor de libros como Celaya esencial (2011), Antonio Tovar, el filólogo que encontró el idioma de la paz (2012), Luis Mariano, cien años, cent ans (2014), El Gran Capitán (2015), Sebastián Iradier. Si a tu ventana llega una paloma (2016), El Madrid de Blas de Otero (2016), La flecha que me asignó Cupido (2017), nos habla en esta entrevista de la biografía de Galdós que ha realizado, en la que se añaden detalles de los que hasta ahora no se había hablado. Además, ha recuperado a un marino que en todas las ediciones de Galdós aparece como Ezguerra y “que se trata realmente del tudelano José de Ezquerra y Guirior”, nacido el 25 de enero de 1756 y fallecido el 13 de julio de 1801 en la voladura del barco Real San Carlos, en el marco de la llamada batalla de Algeciras.
La batalla de Trafalgar no ha sido demasiado tratada en la literatura si exceptuamos las obras de Pérez Galdós o Pérez-Reverte. ¿A cree que obedece este "olvido"? ¿Falta de ganas, o más bien que es difícil, por no decir imposible, superar alguna de aquellas?
Por una parte, creo sinceramente que, después de la obra de Galdós, poco más se puede decir. En Galdós está todo lo que lo que un amante de la Historia puede encontrar. Ya decía Max Aub aquello de que, si se perdieran todos los libros de Historia de España del siglo XIX y se conservaran los Episodios de Galdós, no perderíamos nada, porque Galdós ha hecho por la Historia de España y por los españoles más que todos los historiadores.
Por otra parte, para el lector que se acerca a Trafalgar por el mero hecho de disfrutar con la lectura, se va a encontrar con una novela muy bien escrita. Estaría dentro de lo que se llama novela histórica, pero no al estilo de las que se escriben ahora, que no pasan de ser simples novelas de aventuras. Las de Galdós están muy bien documentadas, de ahí que se produzca esa fusión perfecta entre el hecho histórico y el hecho novelado.
Pero olvidado…
Hay un olvido secular de nuestra Historia. Suelo decir que, si en los claustros de nuestros colegios e institutos no hubiera tanto profesor acomplejado, los alumnos que acaban su vida escolar no saldrían analfabetos de la historia y literatura de su país. En consecuencia, Es una peculiaridad muy española la de despreciar lo propio y abrazar lo ajeno.
¿Cree, asimismo, que Galdós tiene el lugar que se merece en las letras españolas, o que sólo nos acordamos de él en momentos puntuales, que suelen coincidir con celebraciones y fechas de su biografía?
En las letras españolas tiene un papel fundamental. Es el mejor escritor español de todos los tiempos. No me vale decir que es el mejor novelista después de Cervantes. A Cervantes, seamos sinceros, no lo lee nadie. Lo que sucede es que está como glorificado porque, no él, sino uno de sus personajes ha pasado a ser un símbolo. Lo que sí te diría es que Galdós no tiene el lugar que debe en la educación. He trabajado varios años Trafalgar con alumnos de 4º de la ESO. Les encanta, porque es una novela ideal para esa edad de la adolescencia. En Trafalgar se habla de valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, la entrega hasta el final… valores que ilustran el alma de un adolescente normal. Pero, como te decía antes, el acomplejamiento de quienes deberían programarlo es tal que prefieren acudir a otro tipo de lecturas.
¿Y en cuanto a la referencia a su centenario que he hecho en la pregunta?
El tema de los centenarios que comentas es cierto. Todos los que han aparecido como setas hablando de Galdós, el año que viene irán corriendo a hablar de doña Emilia. Eso ha traído consigo un aluvión de buenos y de malos libros y de buenos y malos artículos de prensa.
Tiene su aspecto positivo, porque se habla de Galdós. Lo malo es que, igual hasta dentro de cien años no se vuelve a hablar de él. Esperemos que no. Intentaremos que no suceda.
En lo que respecta a su obra, destaca por muchos aspectos, pero hay uno que llama la atención, y es devolver la verdadera identidad a dos marinos, José de Ezquerra y Francisco de Moyúa, este último uno de los que tomó parte en la batalla. ¿Qué satisfacción produce aportar un detalle que enriquece aún más esta obra dedicada a la de Galdós?
Es una obra bastante completa. La portada es la misma que escogió Galdós para su edición ilustrada. Hay trescientas notas a pie de página y está ese hallazgo de dos marinos en los que nadie había reparado desde hace 150 años que se publicó la obra, lo cual dice bastante poco en favor de lo que se denominan “ediciones críticas”.
Cuando una editorial publica una de esas ediciones críticas, echa mano de un escritor más o menos vendible para que escriba el prólogo y luego, en el interior, se van repitiendo los mismos errores. El poner el verdadero nombre a estos dos personajes es algo importante, por lo que decía de ser el primero, desde hace 150 años, que se ha percatado de ese error. Y también porque supone devolverlos a las páginas de la Historia. En el caso de José de Ezquerra, era un marino de Tudela, capitán del Real Carlos. Por esas casualidades de la vida, bombardeó a otro navío español, el San Hermenegildo. El fuego entre ambos produjo la destrucción de los dos navíos y la pérdida de unos dos mil hombres.
¿Y en cuanto a Francisco de Moyúa?
Lo primero que he de decir es que aparece en la obra de Galdós como Moyna, y esto no ha parecido importarle a nadie), y no era un mero grumete, sino el segundo de Churruca en la escala del mando. En un artículo que he publicado sobre él en la Revista de Historia Naval (y que invito a que lean) hablo de su interesante vida. Su formación fue muy parecida a la de Churruca. Realizó una serie de inventos, como poner un cañón a las lanchas de los navíos, con lo que multiplicaba el poder del ataque.
¿Cree que la batalla de Trafalgar seguirá arrojando nuevos detalles aún desconocidos o que todavía no están del todo claros?
Creo que, en lo esencial, el hecho está bastante claro, pero siempre aparecerán esos detalles que, creo, que pueden ser interesantes, y que pueden volver a la actualidad este hecho histórico y esta novela.
De su obra Churruca, relacionada con el episodio de Trafalgar, ¿cree que se ha tratado a esta figura como corresponde y el papel que tiene en la historia de este país?
En absoluto. Sabemos que murió en Trafalgar, y poco más. Mi libro, que ha sido patrocinado por el Grupo Vinícola Marqués de Vargas y distribuyen Elkar y Santos Ochoa, y que se puede encontrar también en Amazon, viene a subsanar ese desconocimiento sobre la vida y obra de tan insigne marino. He realizado una edición crítica de un texto escrito en 1806 por un hermano del propio Churruca, y hay detalles importantes, porque está escrito por una persona que conocía personal e íntimamente a este ilustre marino guipuzcoano.
La batalla de Trafalgar no ha sido demasiado tratada en la literatura si exceptuamos las obras de Pérez Galdós o Pérez-Reverte. ¿A cree que obedece este "olvido"? ¿Falta de ganas, o más bien que es difícil, por no decir imposible, superar alguna de aquellas?
Por una parte, creo sinceramente que, después de la obra de Galdós, poco más se puede decir. En Galdós está todo lo que lo que un amante de la Historia puede encontrar. Ya decía Max Aub aquello de que, si se perdieran todos los libros de Historia de España del siglo XIX y se conservaran los Episodios de Galdós, no perderíamos nada, porque Galdós ha hecho por la Historia de España y por los españoles más que todos los historiadores.
Por otra parte, para el lector que se acerca a Trafalgar por el mero hecho de disfrutar con la lectura, se va a encontrar con una novela muy bien escrita. Estaría dentro de lo que se llama novela histórica, pero no al estilo de las que se escriben ahora, que no pasan de ser simples novelas de aventuras. Las de Galdós están muy bien documentadas, de ahí que se produzca esa fusión perfecta entre el hecho histórico y el hecho novelado.
Pero olvidado…
Hay un olvido secular de nuestra Historia. Suelo decir que, si en los claustros de nuestros colegios e institutos no hubiera tanto profesor acomplejado, los alumnos que acaban su vida escolar no saldrían analfabetos de la historia y literatura de su país. En consecuencia, Es una peculiaridad muy española la de despreciar lo propio y abrazar lo ajeno.
¿Cree, asimismo, que Galdós tiene el lugar que se merece en las letras españolas, o que sólo nos acordamos de él en momentos puntuales, que suelen coincidir con celebraciones y fechas de su biografía?
En las letras españolas tiene un papel fundamental. Es el mejor escritor español de todos los tiempos. No me vale decir que es el mejor novelista después de Cervantes. A Cervantes, seamos sinceros, no lo lee nadie. Lo que sucede es que está como glorificado porque, no él, sino uno de sus personajes ha pasado a ser un símbolo. Lo que sí te diría es que Galdós no tiene el lugar que debe en la educación. He trabajado varios años Trafalgar con alumnos de 4º de la ESO. Les encanta, porque es una novela ideal para esa edad de la adolescencia. En Trafalgar se habla de valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo, la entrega hasta el final… valores que ilustran el alma de un adolescente normal. Pero, como te decía antes, el acomplejamiento de quienes deberían programarlo es tal que prefieren acudir a otro tipo de lecturas.
¿Y en cuanto a la referencia a su centenario que he hecho en la pregunta?
El tema de los centenarios que comentas es cierto. Todos los que han aparecido como setas hablando de Galdós, el año que viene irán corriendo a hablar de doña Emilia. Eso ha traído consigo un aluvión de buenos y de malos libros y de buenos y malos artículos de prensa.
Tiene su aspecto positivo, porque se habla de Galdós. Lo malo es que, igual hasta dentro de cien años no se vuelve a hablar de él. Esperemos que no. Intentaremos que no suceda.
En lo que respecta a su obra, destaca por muchos aspectos, pero hay uno que llama la atención, y es devolver la verdadera identidad a dos marinos, José de Ezquerra y Francisco de Moyúa, este último uno de los que tomó parte en la batalla. ¿Qué satisfacción produce aportar un detalle que enriquece aún más esta obra dedicada a la de Galdós?
Es una obra bastante completa. La portada es la misma que escogió Galdós para su edición ilustrada. Hay trescientas notas a pie de página y está ese hallazgo de dos marinos en los que nadie había reparado desde hace 150 años que se publicó la obra, lo cual dice bastante poco en favor de lo que se denominan “ediciones críticas”.
Cuando una editorial publica una de esas ediciones críticas, echa mano de un escritor más o menos vendible para que escriba el prólogo y luego, en el interior, se van repitiendo los mismos errores. El poner el verdadero nombre a estos dos personajes es algo importante, por lo que decía de ser el primero, desde hace 150 años, que se ha percatado de ese error. Y también porque supone devolverlos a las páginas de la Historia. En el caso de José de Ezquerra, era un marino de Tudela, capitán del Real Carlos. Por esas casualidades de la vida, bombardeó a otro navío español, el San Hermenegildo. El fuego entre ambos produjo la destrucción de los dos navíos y la pérdida de unos dos mil hombres.
¿Y en cuanto a Francisco de Moyúa?
Lo primero que he de decir es que aparece en la obra de Galdós como Moyna, y esto no ha parecido importarle a nadie), y no era un mero grumete, sino el segundo de Churruca en la escala del mando. En un artículo que he publicado sobre él en la Revista de Historia Naval (y que invito a que lean) hablo de su interesante vida. Su formación fue muy parecida a la de Churruca. Realizó una serie de inventos, como poner un cañón a las lanchas de los navíos, con lo que multiplicaba el poder del ataque.
¿Cree que la batalla de Trafalgar seguirá arrojando nuevos detalles aún desconocidos o que todavía no están del todo claros?
Creo que, en lo esencial, el hecho está bastante claro, pero siempre aparecerán esos detalles que, creo, que pueden ser interesantes, y que pueden volver a la actualidad este hecho histórico y esta novela.
De su obra Churruca, relacionada con el episodio de Trafalgar, ¿cree que se ha tratado a esta figura como corresponde y el papel que tiene en la historia de este país?
En absoluto. Sabemos que murió en Trafalgar, y poco más. Mi libro, que ha sido patrocinado por el Grupo Vinícola Marqués de Vargas y distribuyen Elkar y Santos Ochoa, y que se puede encontrar también en Amazon, viene a subsanar ese desconocimiento sobre la vida y obra de tan insigne marino. He realizado una edición crítica de un texto escrito en 1806 por un hermano del propio Churruca, y hay detalles importantes, porque está escrito por una persona que conocía personal e íntimamente a este ilustre marino guipuzcoano.
Una entrevista de:
Víctor Fernández Correas
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